Cierra Tupperware. La caducidad de sus patentes tienen parte de culpa

Tras casi 80 años de actividad comercial, cierra Tupperware, la internacional marca de envases. Una gran deuda acumulada, la falta de modernización de su modelo de negocio, y contar sus productos en la actualidad prácticamente son ‘commodities’, existiendo de múltiples marcas, formatos y precios han hecho que en el presente 2024 la empresa tenga que suspender su actividad y declararse en bancarrota. A todo ello hay que sumarle la caducidad de sus patentes, que tras 16 lustros, se encuentran de dominio público, al expirar en 1984.

El gigante de los envases reutilizables

La historia de Tupperware se remonta a 1946 en Estados Unidos, cuando el químico Earl Silas Tupper fundó la empresa que llevaría su apellido. Tras trabajar en la industria química, Tupper usó los desechos de la refinación del petróleo para la creación de diferentes polímeros plásticos. Estos nuevos materiales de gran durabilidad, flexibles y sin aparentes propiedades tóxicas fueron el germen de la empresa.

La empresa recién creada, Tupperware Plastics Company, comenzó produciendo recipientes de plástico con tapas herméticas, inspirándose en las coloquiales latas de pintura. El objetivo de estos novedosos productos era ayudar a los consumidores a conservar mejor los alimentos, ahorrando dinero y evitando desperdicios innecesarios.

A pesar de encontrarse con un innovador producto, Tupperware no lograba que las ventas de sus envases despegaran como preveían. La venta en comercio minorista apenas tenía éxito debido a que los consumidores no entendían correctamente cómo funcionaban esos recipientes.

Earl encontró una solución a este problema que le hizo alcanzar el éxito, las famosas “fiestas Tupperware”. Este tipo de eventos, organizados en los propios hogares por mujeres, fue un modelo de venta directa creado por Brownie Wise, quien posteriormente llegó a ser vicepresidenta de la marca. La venta a través de la demostración de producto logró convertirse en un gran éxito, replicándose en multitud de escenarios. Los actuales ‘tuppersex‘ han tomado el testigo cambiando totalmente el producto a vender, pasando de reuniones para amas de casa, en habituales de las reuniones de amigas y despedidas de solteras.

Tupperware tuvo su época dorada durante las décadas de los ’50 y los ’60 en Estados Unidos, dando el salto posteriormente al mercado internacional llegando a vender en más de 100 países distintos.

A pesar del éxito, durante la década de 1980 comenzaron los problemas en la empresa. Durante esos años caducaron las patentes originales, y los diferentes competidores comenzaron a ofrecer alternativas mucho más baratas. Además, en esa época también se sucedieron varios cambios de propietarios, provocando una crisis que ha durado hasta nuestros días.

Durante los últimos años, la empresa ha intentado adaptarse a las nuevas tendencias de mercado, ampliando su línea de productos. Factores como ofrecer productos más ecológicos y el crecimiento de la venta online, han logrado dar la puntilla a la marca, y en 2024 ha saltado la noticia: Cierra Tupperware después de 80 años.

¿Realmente cierra Tupperware por culpa de la pérdida de patentes?

La pérdida de patentes es un factor importante en la crisis de Tupperware, pero no ha sido el único, y quizá tampoco, el más determinante.

La crisis de los últimos años ha tenido como gran protagonista a la creciente competencia. Como hemos comentado anteriormente, multitud de empresas ofrecían -y siguen haciéndolo- productos de similares calidades a precios más económicos o con mayores alternativas de factor-forma. Esto ha hecho que Tupperware no ha logrado diferenciarse en los últimos años de la multitud de imitadores tras la caducidad de patentes.

Las nuevas tendencias de consumo también le pasaron factura. Los consumidores más jóvenes tienen una conciencia medioambiental más preocupada por la sostenibilidad y los materiales ecológicos, lo que ha afectado a la demanda de productos 100% de plástico. Como añadimos anteriormente también cabe mencionar que las “Fiestas Tupperware” ya han pasado de moda, mostrando los consumidores una clara orientación a la compra online.

Todo eso se unió al mayor de los problemas para la empresa, sus finanzas internas. En los últimos años, Tupperware ha incurrido en errores en la presentación de informes financieros, maquillando una creciente deuda. Esto, unido a la caída en ventas, llevó a que la empresa acumuló más de 700 millones de dólares en deuda. Suficiente para anunciar la bancarrota.

 

La pérdida de patentes ha sido un elemento significativo en el cierre de Tupperware, aunque es la suma de una combinación de factores (cambio de tendencias, auge de venta online y mala planificación financiera), los que han logrado el colapso de la que antaño fue la marca de referencia de los envases de plástico. No todo es registrar una marca. En un mercado cambiante estar al día y renovarse es vital para no cometer los errores que incluso los más grandes han sufrido.

 

 

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